Me gustan los Faros... no se... tienen algo como mágico, algo que te invita a reflexionar.
Los ves ahí en medio del mar desafiando las tormentas y guiando a los barcos a buen puerto, colocados en altos acantilados... y es casi como una invitación a soñar... lo que más me gusta es el olor a mar y el sonido de las gaviotas.
Y todo esto es el marco perfecto para la reflexión:
- A veces nos sentimos fuera de lugar, como si fuésemos otra persona... creo que es más que eso; llega un momento en que nos damos cuenta que ciertas cosas no volverán a ser igual... todo cambia, todo... y no es ni bueno ni malo, es solo que transitamos por otros caminos.
- A veces la decepción nos puede... si, es como si lleváramos una mochila llena de piedras a nuestra espalda. Las decepciones duelen, claro que duelen!, pero no podemos permitir que nos amarguen... suelta la mochila, tírala al fondo del armario de los pensamientos inútiles y continua.
- Todo pasa por algo... todo tiene su porqué...en el momento quizá no lo entendamos pero pasarán cosas que tendrán su esencia en lo que pasó.
- Haz tu vida, vívela... solo hay una; no vivas dando explicaciones y eternamente cabreado. Da a las cosas la justa importancia que tengan; al final en mayor o menor medida hay una solución para todo, y, bueno, si no la hay... pues no la hay.
- Sigue evolucionando, nunca dejes de caminar, nunca dejes de sentir y nunca dejes de crecer como persona.
- Apoya a la gente que te apoya. Y quiere a la gente que te quiere. Al resto, simplemente ignóralos. Darles importancia hará que sean un lastre en tu conciencia y alimentaras su ego.
- Recuerda que no hay dos seres humanos iguales. Respeta y que te respeten.
... y, sobre todo sed lo más felices que podáis... aunque la felicidad sea en sí misma una utopía.
"es como si lleváramos una mochila llena de piedras a nuestra espalda. Las decepciones duelen, claro que duelen!, pero no podemos permitir que nos amarguen... suelta la mochila, tírala al fondo del armario de los pensamientos inútiles y continua."
ResponderEliminarEsto es lo que le diré a mi madre cuando me reproche haber dejado tantas cosas y tantas personas por el camino. Mi madre probablemente no sepa lo que me pesa llevar a la espalda todas esas decepciones, por eso lo mejor es vaciar la mochila y seguir "ligeros de equipaje"