sábado, 8 de marzo de 2014

Nuestros Propios Demonios

Lo peor que puede ocurrir es que nuestros demonios escapen de la jaula donde los hemos confinado.
El problema es que a veces no sabemos que los tenemos, pero están ahí, esperando el momento más adecuado para escapar y atormentarnos; sólo esperan el momento propicio y el lugar adecuado. Pueden tardar días, meses, años o nunca lograr escapar. Si ocurre esto último es que están bien encadenados en su jaula y no encuentran ni un resquicio para escapar y cometer diabluras.
Lo malo de los demonios es que si logran escapar pueden cambiarte completamente, de tal forma que te arrebataran hasta tu personalidad ya que se nutren de tu alegría, tus sueños y tus metas, y, entonces tienes dos opciones:enfrentarte a ellos con todas tus armas, y, obligarles a volver al lugar donde deben de estar, y, así continuar con tu vida o dejar que te atrapen y dejarte dominar por ellos. Tu eliges.

No hay comentarios:

Publicar un comentario