No siempre las decisiones son fáciles. Parece que lo más difícil es tomar la decisión, y, una vez tomada todo será más sencillo; cuándo precisamente hay decisiones que conllevan la dificultad una vez tomada.
No es fácil cambiar de vida, desprenderte de lo conocido, alejarte de los que quieres... y volver a comenzar.
Como siempre, somos humanos y nuestras emociones, sentimientos y demonios están ahí en la sombra acechándonos...a veces, tenemos que morir un poco para volver a empezar.
Ningún comienzo resulta sencillo y casi siempre nos ocultamos bajo una coraza para que nuestras emociones se hagan más pequeñas y poder dominarlas. Quizá así podamos enfrentarlas mejor con nuestras propias armas. Y, siempre, por muchas nubes que haya al final sale el sol... un poco como ocurre en la vida, lo que pasa que a veces nos empeñamos en ver solo los nubarrones.
( Foto cortesía de Nando Fernández Arias. Gracias.)
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