sábado, 15 de febrero de 2014

El Verano Austral y la Nostalgia

De repente te encuentras en pleno verano cuando tu subconsciente te dice que es invierno; chanclas, protector solar y gafas de sol en pleno diciembre; árboles de Navidad, cena de Nochebuena y Fin de Año con 35 grados...
Siempre en mis inviernos Asturianos renegaba del frío, de la lluvia, del orbayu agotador... no había peor sensación que asomarte a la ventana por la mañana y ver los días húmedos y grises, la niebla coronando el Naranco... día tras día.
Pero basta que uno lleve más de tres meses fuera de lo suyo... y te llega una nostalgia de ver esa lluvia, ese orbayu y ver la niebla en el Naranco.
La Nostalgia tiene más de mil formas de atormentarte, esa es una de ellas, las otras... pueden ser aún más crueles.
Lo malo de la Nostalgia, es que es muy astuta, generalmente no la ves venir, te acecha, y cuando estas desprevenido te muerde el corazón. Según lo veo lo mejor que puedes hacer es aprender a domarla, así cuando te quiera pillar desprevenido, ya la estarás esperando; la mirarás a los ojos y le dejaras claro que no puede salir de su jaula, y siempre que lo haga será bajo tus condiciones. La Nostalgia es rebelde y te querrá morder siempre. No sé si lo sabes, pero yo he descubierto que la Nostalgia se alimenta de recuerdos bonitos, de sonrisas y de amistad; siempre que le des de comer estos sentimientos se volverá más mansa, y llegará un momento en que la tengas dominada. De todas maneras quiero advertirte que la Nostalgia siempre estará ahi, en su jaula, mirándote y esperando que bajes la guardia.

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